En el mágico escenario del Cine Teatro San Luis, el maestro compositor y cantautor, cuyas canciones acariciaron el alma de distintas generaciones, regresó a San Luis este jueves con la misión de continuar enamorando los corazones puntanos.
En una gira que abarcó escenarios locales y del viejo continente, Alejandro Lerner conmemoró los 41 años desde el lanzamiento de su primer disco. En el Cine Teatro San Luis, desató un vendaval de emociones ante una sala rebosante, donde la audiencia ansiosa se adentró en la profundidad de su música. Con meticulosidad y maestría, desplegó una selección de temas en la que fusionó la exquisitez de sus clásicos que trascienden el tiempo y sus nuevas creaciones, generando un viaje atemporal a través de los años.
Con el acompañamiento magistral por parte del histórico guitarrista de “Los Abuelos de la Nada” y colaborador de Andrés Calamaro, Augusto “Gringui” Herrera; el ingenio de Marcelo Muir en la otra guitarra; la participación armoniosa de Marcela Lerner en coros y percusión; la destreza de Manu Caizza en la batería; y la sólida presencia de Marcelo Vaccaro en el bajo, el escenario se convirtió en un espacio donde reinó el talento.



“Qué maravilloso es tocar en este teatro, es un templo”, confesó el músico quien afirmó que es un honor seguir deleitándose con los teatros más lindos que tiene el país. “Tenemos el privilegio de llenar estos lugares y mostrarlos en las redes para que el mundo vea la mejor Argentina que tenemos, la de la cultura”, precisó.
A lo largo de la velada, resonaron temas icónicos como “Algo de mí en tu corazón”, que marcó el inicio majestuoso del recital. Luego, canciones como “Mira a tu alrededor”, “Mil veces lloro”, “Después de ti” y “Dame”, este último, un regalo que Lerner compartió por primera vez en vivo durante esta gira, añadiendo un toque de exclusividad a la noche.
Asimismo, en la sala del Cine Teatro, la melodía de “A tu lado” retumbó con una profundidad que trascendía lo terrenal. Esta composición, la última obra que Alejandro forjó durante la pandemia por Covid-19, se convirtió en un homenaje sonoro a la memoria de su entrañable amigo, Armando Manzanero, quien partió al cielo de los músicos poco tiempo atrás.
Conmovido, el artista expresó: “Esta canción se la dedico al alma de los que no pudieron estar juntos en ese momento”, creando un vínculo entre lo divino y lo humano, entre notas que acariciaban la gloria.
El aclamado cantautor y compositor, reconocido por sus letras sinceras que reflejan la realidad que vive y colaboraciones con artistas destacados, reveló su faceta más íntima al preguntar a la audiencia quién estaba enamorado.
Instantes después, con un toque mágico, las teclas de su piano interpretaron “Amarte así”, desatando un momento de conexión única con el público. Las personas se levantaron, abrazaron a sus seres queridos y comenzaron a bailar lentamente, transformando la sala en un espacio de melodías que celebraban el amor en todas sus formas.



“La música es la expresión de mi alma, la descubrí desde pequeño y se convirtió en mi identidad, mi vehículo. Crecí escuchando a “The Beatles”, Elton John, el rock argentino y dije: esto es lo que quiero ser, y sigo esforzándome por ser eso”, confesó Lerner.
El eterno artista se identifica humildemente como parte de la gente común. Atravesó las épocas de la dictadura y la llegada de la democracia, siendo padre y educador en su país. Sus experiencias, enriquecidas por extensos viajes, reflejan un constante crecimiento y aprendizaje. En cada concierto, no solo entrega su música, sino que también comparte una conexión profunda con la vida cotidiana.
Su filosofía es simple pero impactante: poner todo en cada actuación, descansar y regresar para darlo todo de nuevo, revelando así la esencia auténtica de un músico arraigado en la realidad de su tiempo.
Antes de la despedida, Alejandro se aproximó al borde del escenario, saludando a sus seguidores con un emotivo choque de manos. Posteriormente, condujo la interpretación de “Todo a pulmón”, compartiendo las estrofas con la colaboración entusiasta de la audiencia. En un momento destacado, optó por una versión a capela, revelando la notable acústica del Cine Teatro en un instante donde su voz se convirtió en un eco emocional que resonó junto a la del público.



En el epílogo del recital, Alejandro Lerner entonó un himno que marcó diferentes épocas: su emblemática canción “Volver a empezar”. Este tema que trasciende el tiempo, narra la lucha y la perseverancia del protagonista en la búsqueda de sus sueños, sin rendirse, consciente de que aún hay mucho por recorrer. En ese momento, la música se convirtió en un eco de esperanza, repercutiendo en lo más profundo todos los presentes y sellando la noche con un mensaje de resiliencia y renovación.
Por último, el artista compartió cómo se siente ser el mismo. “Ser Alejandro Lerner es divertido porque voy relajado, no me la creo salvo para jugar. Son más de 40 años donde tuve altibajos, pero siempre trato de divertirme y que los que estén conmigo la pasen bien y por eso tengo gente que trabaja junto a mí hace muchos años”, concluyó.
