El artista de 58 años y padre de tres hijos, nació en la ciudad de Tres Arroyos, provincia de Buenos Aires, pero eligió suelo puntano para desempeñarse como artista.

Marcelo Fredes es hijo de empresario, técnico electromecánico, y toda su vida estuvo vinculado a la construcción. Asimismo, fue profesor en una escuela agropecuaria de Tres Arroyos, Buenos Aires, durante 25 años.
El multifacético y talentoso escultor se jubiló a los 50 años, agarró sus herramientas, sus esculturas, a su perra y se subió a su camioneta para aventurarse en un nuevo desafió en San Luis. “A los 5 meses de llegar comencé a exponer”, expresó Fredes. “Siempre vi a San Luis como una provincia pujante y con un fuerte apoyo a la cultura”, enfatizó.
Marcelo relató que el primer lugar en donde le abrieron las puertas fue en el Centro Cultural Puente Blanco, en ese entonces sus exposiciones contaban con obras más pequeñas, del mismo modo, no paró de exponer en distintas casas culturales de la Provincia.


Aunque el artista exploró otros ámbitos, como la gestión de una fábrica de alfajores y en una casa de té, en el “Balneario Reta”, en Buenos Aires, junto a su ex pareja, siempre sintió un anhelo de crear algo singular. Fue así como decidió adentrarse en el mundo de la escultura. Aquellos que tuvieron el privilegio de contemplar sus primeras obras no tardaron en expresar su admiración y afirmar: “Tenes dedicarte a esto”.
A los 41 años, el artista creó su primera obra, un guitarrista de aproximadamente 15 cm, que se convirtió en el catalizador de su apasionada relación con el arte. Utilizó una cuchara, cuatro clavos, cuatro arandelas, cuatro tornillos y un tenedor para dar vida a esta pieza única. Al contemplarla terminada, afirmó: “Esto es lo que quiero hacer el resto de mi vida”, comprometiéndose a infundir alegría y satisfacción en cada escultura que emprende desde entonces.
El creativo tiene un objetivo definido con cada una de sus creaciones artísticas. “Trabajo con la firme intención de concienciar a la sociedad sobre la importancia del cuidado del medio ambiente. A través de mis obras, fomento el reciclaje, la reducción y la reutilización”, declaró Fredes. Este compromiso es fundamental para sensibilizar a niños, adolescentes y adultos acerca de todo lo que se desecha.
Marcelo considera que cada pieza que realiza es su contribución, su legado, para mostrar que aquello que se descarta porque aparentemente -ya no sirve-, puede cobrar nueva vida y significado en otra forma, siendo un paso hacia la sostenibilidad y la preservación del entorno.
Por otra parte, Fredes reveló que encuentra verdadero disfrute en participar activamente durante sus exposiciones, interactuando con las personas que se acercan a admirar y reflexionar sobre sus obras. Le apasiona compartir su proceso creativo y escuchar las interpretaciones y conexiones únicas que cada individuo establece con sus esculturas.

El artista expone sus obras en el Cine Teatro San Luis
Marcelo Fredes exhibirá sus esculturas en el foyer del Cine Teatro San Luis hasta el próximo 6 de octubre.
Tres de las piezas más emblemáticas del artista son las que adornan el espacio cultural de forma imponente. La primera, una moto chopera única en su género, fusiona elementos diversos: un árbol de leva, el manubrio de una bicicleta, un foco delantero transformado en tulipa y ruedas provenientes de un carro en desuso. Es una auténtica sinfonía de objetos reciclados que cobra vida en esta escultura.
Además, enalteciendo el atractivo del Cine Teatro durante eventos y visitas guiadas, se exhiben “El Guerrero” y “El Pterodáctilo”, siendo cada pieza un testimonio vivo de su compromiso con el reciclaje.

